
5/01/2023
El año 2022 me ha puesto de cara con la educación en mi país, más precisamente en mi ciudad. Así como la maternidad me puso de frente al cuestionamiento de ¿Quien quiero Ser? , ¿Que quiero ser? el inicio de la escolaridad de mi niño me puso en otra nueva encrucijada , llegue nuevamente a un punto del camino en donde debo decidir hacer lo que “ todo el mundo “ hace, o elegir una nueva dirección y hacerlo diferente.
Esta nueva dirección sé que me llevará a algo desconocido, a algo nuevo y eso me da miedo, pues elegir la dirección contraria a la mayoría me pone en un lugar un poco solitario, pero confió que mi intuición y mi corazón me están guiando hacia algo mejor. Así ha sido mi camino en estos últimos años, encrucijadas, decisiones importantes, nuevas direcciones y finalmente estoy parada en un lugar mucho mejor al que estaba y cuando hablo de un lugar mejor me refiero a que estos nuevos caminos que emprendo traen paz y bienestar a mi vida y a mi familia.
Volviendo a esta nueva encrucijada, he percibido, como desde el inicio del jardín, la educación que reciben los niños colabora en adormecer la más profunda esencia del ser. Machaca cada chispa de individualidad y trabaja incansablemente en el adoctrinamiento para la vida sedentaria y bajo control de todo ser humano.
Desde los primeros años, percibo que se enseña a callar y obedecer, escuchar a otro, quien le dice y lo instruye en “ el buen comportamiento” y en lo que es esperado de cada uno de los niños, eliminando la libre expresión de cada individuo, ya que si hay alguien que continuamente les dice que hacer y cómo hacerlo, privan al niño de expresión y libre imaginación, contribuyendo también a la desconfianza de su propio instinto o intuición, ya que si alguien debe decirle que hacer o como hacer las cosas es porque su propia intuición o instinto no es confiable.
He aprendido en este año, al volver a mi interior, despertando, conectando con mi corazón, que en la imaginación reside la creatividad y que esa creatividad puede aflorar cuando siento que estoy en un ambiente de abrigo y protección y es eso lo que deseo de la educación, un entorno con esas características, en donde el “maestro” sea digno de imitar, y que ambos, niños y maestros, estén dispuestos a aprender.
La esencia del ser en esta tierra es la de aprender, explorar, investigar, tener más y más conocimiento.. es nuestra esencia… solo hay que crear un ambiente propicio para este desarrollo y el niño no hará más que aprender por propia voluntad.
Nos han instruido para actuar conforme a lo que indica la sociedad que es “correcto”, lo cual, evidentemente nos ha llevado a estar como estamos como humanidad, sin embargo, seguimos trasmitiendo lo mismo en cada jardín, primaria y secundaria. Es como si todos estuviéramos frente al resultado de la educación, todos vemos que se ha conducido al ser humano a un estado cada vez peor y sin embargo… perpetuamos esa educación, lo cual me lleva a no comprender que es lo que está mal con nosotros… y luego vuelvo al comienzo.. nada está mal en nosotros, es así como nos han instruido año tras año durante 15 años en la educación inicial, primaria y secundaria… entonces todos respondemos a eso a menos que comencemos a despertar…
En este momento me encuentro parada en el punto de inicio, ya que he comprendido que es hora del Nuevo Humano, ya no hay lugar para lo viejo. Ahora bien, si queremos ser el nuevo humano entonces debemos cambiar las cosas de raíz, no es posible emparchar lo que hay, hay que crear desde cero y esto me ha llevado a sentir la necesidad de colaborar con la creación de al menos una escuela con pedagogía Waldorf en mi ciudad. Esta educación, se basa en el conocimiento del hombre, “el propósito declarado de este enfoque es el de despertar los aspectos físicos, conductuales, emocionales, cognitivos, sociales y espirituales de cada individuo, así como fomentar el pensamiento creativo y analítico”.
Esta educación promueve el despertar del ser, permite el libre descubrimiento, acompaña y enseña a través del ejemplo, y claro está, que quien enseña debe trabajar en sí mismo para ser digno de imitar y ese es un gran desafío para nosotros, los adultos. Pero creo que ambos, adultos y niños estamos preparados para este desafío.
Estamos aquí, en este tiempo porque hemos venido a contribuir con la creación del Nuevo Humano. No hemos elegido nacer en estos años y en esta tierra por casualidad..
Crear al menos una escuela Waldorf en mi ciudad se está convirtiendo en un nuevo objetivo para mí. Como todo en este camino, es un gran desafío, por el momento es un sueño en el que he comenzado a trabajar para hacerlo realidad.
Considero que al menos debería haber una escuela Waldorf en cada ciudad del mundo, debemos cambiar, debemos transformarnos en ese nuevo Ser humano. Quienes sostengan la vieja educación quedaran en el camino y se perderán de habitar el Cielo en la Tierra.
Hoy abro este espacio, pues iré creando con mi imaginación esta escuela, hasta convertirla en realidad y me gustaría hacerlos parte de esto, quizá pueda encender esta luz en muchos corazones más.
El nuevo Humano, no vive para trabajar, el Nuevo Humano vive para experimentar y aprender en madre tierra, vive para nutrirse con cada experiencia que llega a su vida, el Nuevo Humano aprende por imitación, imitación de aquellas personas que son dignas de admirar y a su tiempo, el adulto, solo inspirará y guiara.
Aquí, en el mundo del Nuevo Humano, no hay competencia, no se compara, pues se sabe que cada ser es único y maravilloso y solo se guía para despertar esa chispa en cada corazón, pues una vez despierta esa chispa, todos nos beneficiaremos del resultado, de las creaciones que ese individuo traerá. Aquí todo es búsqueda de paz, armonía y bienestar y con esas bases, cual podría ser el resultado si no es una humanidad en la misma vibración.
He comprendido que el trabajo es individual y tengo la certeza por propia experiencia, que cuando un individuo enciende su luz, desde dentro, indefectiblemente ilumina a los demás, aún sin quererlo o saberlo… la luz alumbra a los que están al lado y esa luz comienza a esparcirse, como luciérnagas van prendiéndose unos a otros y esa red comienza a crecer y expandirse….
Así es como yo puedo ver o sentir el nacimiento de esta Nueva Humanidad y no puedo más que querer contribuir con esta magia que he visto. Si la he visto es porque ya existe, por lo que solo debo trabajar para materializarla aquí y ahora…
Les pido a todos aquellos que ya han transitado este camino, o lo están transitando o lo quieren transitar que me permitan conectar con ustedes, permítanme dialogar, abrir una comunidad, ayúdenme a expandir este conocimiento.
¿ Hablamos ?
Con amor, Evangelina.